Cuando niño, las responsabilidades que tenía no superaban el cumplir en el colegio, ayudar con los oficios de la casa y una que otra vez ayudar en el taller o el negocio de papá.
Ese mínimo de responsabilidades me dejaba grandes porciones de tiempo de ocio que bien o mal los invertía en juegos, amigos, deporte y mucha televisión . . .
Una de las actividades que más me gustaba, especialmente en vacaciones era irme a los "potreros" con los amigos o solo, a atrapar ranas o cucarrones, a comer moras y uchuvas, y con la cauchera jugar a los cazadores.
Ayer en el Humedal Cordoba con un grupo de amigos de @efe9 y con la guianza de Jorge Escobar de @HumedalesBogota me sentí nuevamente potreriando como cuando niño, ésta vez con unas caucheras mas modernas.
Creo firmemente que la vagancia debe ser un derecho humano fundamental.
! Que mano de vagos ! ....
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