viernes, 2 de enero de 2009

Plan de empresa

Estoy en esto del trabajo con el cuero desde 1985, desde cuando mi padre desidió renunciar a su profesion de contador público y dedicarse al oficio de la familia, la talabarteria. Apenas yo salia del bachillerato y terminaba mi servicio militar. Lo que se de éste negocio lo he aprendido del ensayo y error, de los continuos y repetidos fracazos, de los pocos y efimeros éxitos y de la constancia y el trabajo dia a dia. Son ya 23 años en los cuales el chucito ha dado para todo, viajes, gustos, hobies y ha permitido sobrellevar situaciones bastante duras en lo personal y en lo económico.

No debo quejarme de la forma en que hecho las cosas porque es de esa forma que se ha obtenido lo que se tiene, pero ya no podemos seguir así. De seguir trabajando como lo he venido haciendo durante los pasados 23 años el chucito no va a sobrevivir, hoy por hoy en un contexto como el que actualmente enfrentamos, la competencia creciente, la falta de oportunidades sostenibles de negocio y la constante ilíquidez en la que andamos, hace que reflexionemos sobre el futuro de la empresa.

Es por esta razón que desde hace un par de semanas ando pensando y repensando la empresa. Ese es un primer descubrimiento, que a las cosas hay que llamarlas por lo que uno desea que sean y mi deseo en los próximos años es consolidar empresa, una cosa es el chuzo y otra es ¨la empresa¨.

Uno el chuzo se administra informalmente,muy relejado, no hay metas claras, los procesos son paquidermicos y se termina uno conformando con mantenerse en el mercado sin darse cuenta que ¨mantenerse¨ es el peor de los escenarios. Por mantenerme con el tiempo he sacrificado los margenes de utilidad, por mantenerme nos hemos convertido en una empresa mono producto, pocas posibilidades de mejoramiento, con clientelas rancias, y procesos ineficientes.

Con tristeza pero con tranquilidad y mucha actitud, después de un muy juicioso análisis de costos nos hemos dado cuenta que el producto con el que nos hemos mantenido en el mercado el de los llaveritos en cuero no nos va a permitir alcanzarlas metas de crecimiento. Los margenes de utilidad se han estrechado hasta el punto de hacer inviable el modelo de negocio.

Los canales de comercialización  se llevan la mayor parte de los valores agregados del producto, consecuencia de un modelo injusto de negocio, paradójicamente después de estar hablando tanto de ¨mercado justo¨, de ¨economía escala humana¨ de trueque, de leer tangencial-mente a Manfred Max-Neef hoy finalmente nos hemos auto-victimizado, nos hemos dejado arrastrar por el capitalismo salvaje al que tanto criticamos y nos vemos en la necesidad de repensarnos, de ajustar nuestras practicas y de rediseñar el chuzo.

No queremos hacerle el juego al Mercado que obliga a contratar personas exclavas para poder mantener los margenes de utilidad, a costa del sudor de la gente, sabemos y entendemos que la dignidad humana pasa en principio por el acceso a unos salarios dignos y no vamos a tercerizar la mano de obra.

Entonces como principio vamos a tratar de implementar una escala de salarios con la cual podamos sostenernos dentro de los margenes de rentabilidad pero de entrada esta linea de acción hace que nuestro producto necesita rediseñarse y ser puesto en unos mercados y comercializado a través de unos canales que hagan sustentable la empresa.

Gradualmente intentaremos entrar en un proceso de formalización que nos permita poder tener una mínimas seguridades en lo laborar y lo financiero. Debemos renunciar a unos procesos a los cuales les hemos dedicado mucho tiempo. Este 2009 será un año de echarle mucha creatividad a la vaina.

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